Por Fabián Pérez (M.N. 102154)
Médico Especialista en Oftalmología. Especialista en Medicina del Trabajo, Salud y Ambiente y Salud Pública. Jefe de Servicio de Oftalmología del Centro Médico Integral Fitz
El mundo del teletrabajo se propagó a una velocidad impensada, sin dar aviso, de la mano de la evolución de la pandemia por Covid-19.
No hubo tiempo para la transferencia eficiente de tecnología y de conocimiento y, en este sentido, tampoco de ordenar las pautas de protección universales para el cuidado de la salud de los teletrabajadores.
Enmarcados en las directivas de la O.I.T. se insta colectivamente a la especial protección de los teletrabajadores entendiendo que estos afrontan riesgos en materia de seguridad y salud que no son percibidos tan fácilmente por las organizaciones.
Asimismo, la O.M.S. genera responsabilidades activas hacia los empleadores para la identificación y la gestión de los riesgos laborales de los teletrabajadores.
El mayor tiempo de exposición y en forma continua a los monitores, pantallas y otros aparatos, generó la multiplicación de sintomatología ocular que se advirtió reflejada en el aumento de las consultas con los especialistas.
Las causas pueden relacionarse a la presencia de patología preexistente desconocida o no tratada, la incorrecta utilización de las herramientas de trabajo, un medioambiente laboral no adaptado a las nuevas exigencias, condiciones inadecuadas de los equipos o por la mera suma de situaciones. Desde la Oftalmología Ocupacional establecemos entonces pautas para la preservación de la salud visual y la prevención de patologías oculares relacionadas al teletrabajo.
Las 10 Buenas Prácticas para el cuidado visual de los teletrabajadores:
- Evaluación oftalmológica.
Se recomienda la consulta periódica al especialista.
El profesional evaluará la agudeza visual de ambos ojos, la necesidad de corrección mediante lentes, la presencia de diplopía (visión doble), alteraciones en la superficie ocular (ojo seco, pterigión, úlceras de córnea, queratitis), entre otras situaciones patológicas.
Se pesquisará, asimismo, la presencia de alteraciones del reflejo pupilar, de cataratas, así como lesiones en la retina y en el nervio óptico.
Se realizará el Test de Colores (Ishihara).
Se indicará tratamiento adecuado en caso de detectarse alguna situación patológica.
Para evitar esfuerzo, disconfort o fatiga visual podrá ser indicado el uso de lentes con corrección adecuada en caso de detectarse alteraciones refractivas (miopía, astigmatismo, hipermetropía).
También podrá ser sugerida la utilización de anteojos con filtros de luz azul para protección de las emisiones generadas por la pantalla.
2. Ambiente de trabajo con iluminación adecuada y suficiente.
La iluminación inadecuada y/o insuficiente del ambiente en donde se realizan las tareas laborales, puede afectar la calidad y confort visual con la consiguiente fatiga ocular.
Idealmente, en horario diurno se debe trabajar con fuentes de luz natural.
La luz debe ser incidente de forma lateral para evitar reflejos.
Nunca la fuente de luz debe estar por delante del monitor o por detrás del teletrabajador.
Si la iluminación ambiental lateral es excesiva se debe adecuar con cortinas.
Se sugiere evitar el uso de las pantallas en espacios de baja luminosidad ya que los ojos son en extremo sensibles a las alternancias de luz que se producen entre la luz que emite la pantalla y la escasa iluminación del ambiente. Además, en estos casos, los cambios de luminosidad generan encandilamiento. En estos casos se indica contar con una iluminación periférica de bajo estímulo (luz tenue o en penumbras).
En el caso de que el teletrabajo se realice en horario nocturno, se sugiere disminuir el brillo de la pantalla y equiparse con una iluminación periférica para evitar estímulos bruscos por contrastes.
3. Puesto ergonómico de teletrabajo.
Se indica la utilización de sillas ergonómicas.
Realizar la tarea en posición de sentado con apoyo de los pies.
La cadera deberá estar flexionada a 90° y la cabeza, en posición firme.
El borde superior del monitor tendrá que encontrarse a la altura de nuestros ojos, obligando así a enfocar con una leve caída (de aproximadamente 15°) de la mirada hacia abajo manteniendo los párpados en posición más neutra. Este posicionamiento visual se recomienda para evitar la astenopia (cansancio ocular). Además, podría considerarse que, con los párpados en dicha posición, la evaporación del film lagrimal sería menor.
4. Distancia al monitor.
La distancia recomendada entre el teletrabajador y el monitor se sitúa entre los 50 y 70 cm.
La distancia de foco debe ser confortable para la persona en situación de trabajo la cual se logra cuando el punto de foco no se encuentre fuera del rango y genere un gasto activo de energía para realizar la acomodación visual: saturar la acomodación es causa de fatiga ocular o astenopia.
Si el trabajo se realiza con una Tablet o un teléfono celular, la distancia óptima debe ser de 35 cm, con la corrección adecuada para esa distancia de foco.
5. Dormir bien.
El descanso de forma satisfactoria y efectiva implica un sueño de 6 a 8 horas en horario nocturno manteniendo así el ritmo circadiano.
Su privación o alteración ocasiona visión borrosa, visión doble o parcial de manifestación subjetiva.
6. Parpadear con frecuencia.
El parpadeo tiene una función lubricante sobre la superficie de los ojos.
Normalmente parpadeamos 20 veces por minuto en cambio, cuando nos encontramos frente al monitor, lo hacemos sólo 5 veces.
Si la lubricación no es suficiente se puede producir una sensación de ojo seco o de arenilla.
Esta última situación puede encontrar solución mediante parpadeo frecuente y, en caso de no mejorar con la incorporación de esta práctica, el especialista podrá indicar el uso de gotas lubricantes adecuadas.
7. Adecuar tamaño de la letra.
Se debe tener especial cuidado en aumentar el tamaño de la fuente para lograr una visualización efectiva y no forzada.
8. Regla del descanso 20 x 20 x 20.
Debemos incorporar la práctica de realizar descansos cada 20 minutos, durante 20 segundos y enfocando a 20 pies (6 metros).
Esto se puede lograr fácilmente enfocando un punto remoto a traves de una ventana mirando al infinito.
9. Adecuar la alimentación
El consumo de alimentos ricos en omega 3 (pescado, aceite de oliva, frutos secos) aumenta la viscosidad de la lágrima en cuanto a su componente lipídico obteniendo mayor propiedad surfactante y, por ende, mejorando los síntomas de ojo seco.
Se sugiere, entonces, adoptar una dieta rica en omega 3 en los teletrabajadores.
Asimismo, el componente acuoso de la lágrima también se ve contribuido por una hidratación adecuada y necesaria reduciendo así las molestias por sequedad por lo cual no debe olvidarse mantener una ingesta periodica de agua en cantidades necesarias.
10. Ambiente apropiado.
Si bien se aconseja trabajar en un ambiente adecuadamente aireado, la excesiva velocidad en la circulación del aire se considera perjudicial para la óptima lubricación del globo ocular.
El teletrabajador debe adecuar el lugar en donde realiza su tarea de tal forma que resulte confortable y adecuado.
El cuidado de la visión es una de las buenas prácticas a adoptar para obtener un Teletrabajo 4.S.
Artículo original publicado para la Asociación Argentina de Teletrabajo https://asat.ar/ojo-con-el-teletrabajo/
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